(o cómo seguir creando sin vender tu alma, en plena era de los prompts y los likes)
Creo que tengo suerte: me interesan muchas cosas.
Amo el papel, la tinta y lo analógico, pero también se me da muy bien el lenguaje digital.
Hay días en que me siento programadora. Otros, diseñadora. A veces, artista con código bajo las uñas y tierra en las manos.
Lo único constante: sigo siendo yo, aunque no sepa qué rol me toca hoy.